jueves, 11 de febrero de 2010

CARTA DESDE LAS SOMBRAS II

1/7/2004

Cariño, ¿cómo decir tanto en tan corto espacio?. Aquí, las horas se clavan en los ojos construyendo descomunales muros de tristeza que amenazan con borrar de nuestras desgastadas pupilas cualquier recuerdo de esperanza.
Incluso tu rostro, antes hercúleo faro luminoso, se desvanece en este inmenso mar de arena muerta.

Cariño, en momentos como este siento una serpiente que carcome mis entrañas con un extraño dulzor que me asusta. Tengo miedo…

Sé que solamente restan unos meses para sentir el roce de tus brazos…

Sé que solamente restan unos meses que se me antojan demasiado largos…

Nos dormimos por la muerte acunados, nos levantamos de la mano de sus susurros. Tengo miedo…

Sino vuelvo que sea tu recuerdo mi última mirada, y tu nombre en mis labios, mi última palabra.

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